Kosovo, pese a ver sido el lugar donde comenzaron a vivirse las tensiones étnicas que acabarían por condenar Yugoslavia a la desintegración, había permanecido relativamente tranquilo durante el primer lustro de las Guerras Yugoslavas. La paupérrima región se encontraba marcada por la fuerte división entre serbokosovares y albanokosovares, estando esta última población en aumento, mientras que un elevado número de los primeros emigraban a Belgrado u otras regiones de Serbia, más ricas que la atrasada Kosovo. El movimiento independentista de Kosovo, cuyo verdadero objetivo era la incorporación a la vecina Albania, estaba representada por dos grupos: la pacífica Liga Democrática de Kosovo del intelectual Ibrahim Rugova y el terrorista Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK), que a partir de 1996 comenzaría a realizar ataques contra policías y civiles serbokosovares. El UÇK se vió fuertemente beneficiado del colapso del gobierno albanés en 1997. Como parte de la transición del socialismo ...