Entre 1912 y 1926 Japón estuvo gobernado por Yoshihito (Cuyo nombre póstumo sería Taisho). Durante ese período Japón atravesó un período de crecimiento económico y bienestar social bajo un sistema de democracia liberal. La Gran Depresión afecta duramente al país. Son muchos los que defienden la idea de poner en marcha una nueva campaña colonial en Asia para hacerse con nuevas fuentes de materias primas que permitieses potenciar la debilitada industria nipona. El Ejército de Kwantung, nombre dado a las tropas japonesas establecidas en Liaodong, pone sus ojos en Manchuria, gobernada por el señor de la guerra chino Zhang Xueliang. En 1931 los generales Seishiro Itagaki, Kanji Ishiwara y Kenji Doihara (apodado Lawrence de Manchuria) ponen en marcha un plan para hacerse con el control de la región. Al dinamitar un tramo del Ferrocarril del Sur de Manchuria, de propiedad japonesa, el Ejército de Kwantung tiene la excusa perfecta para invadir la región, decisión que se toma sin el apoyo del gobierno de Wakatsuki Reijirō. El primer ministro se ve obligado a ceder ante los militares y ante la presión pública, favorable a la anexión.
No obstante, el ejército está dividido en dos facciones totalitarias: La Kōdōha (Facción del Camino Imperial), liderada por Sadao Araki, y la Tōseiha, de Tetsuzan Nagata. La primera era de fuerte carácter tradicionalista y anti Occidental, llegando incluso a promover ideas anti industriales y criticando fuertemente a los capitalistas de los zaibatsu. La Tōseiha fue la reacción de los derechistas moderados (por decirlo de cierta manera, ya que eran igualmente totalitarios) al radicalismo de la Kōdōha, sirviendo a los intereses de la alta burguesía. Ambas facciones coincidían en la idea de que era necesario militarizar la vida política japonesa. Existía una tercera facción: La Sakurakai, liderada por Kingoro Hashimoto, que planeó dos golpes de estado en 1931: uno en marzo y otro en octubre. Ambos fracasaron.
La posición internacional de Japón es cada vez más delicada. A su enemistad con la Unión Soviética,. ya que Japón apoyó a los blancos en la Guerra civil rusa, siendo la fuerza extranjera que más peso tuvo en esta guerra, más incluso que británicos, estadounidenses y franceses, hay que sumar un deterioro de las relaciones con Gran Bretaña, principal potencia colonial de Asia y Estados Unidos , que busca aumentar su esfera de influencia en el Océano Pacífico. Gran parte de la enemistad tiene su origen en el Acuerdo Naval de Washington de 1922, por el cual se acordaba el tonelaje de buques de guerra que podía tener cada país firmante. A Japón, que tenía la tercera flota más grande del mundo después de Reino Unido y Estados Unidos, a no se la permitió crecer al mismo ritmo que estos otros dos países.
Llegados a este punto cabe destacar la figura del escritor Ikki Kita, un romántico nacionalista y anti liberal que defendía la Restauración Showa, es decir, una monarquía absoluta bajo la figura del emperador Hirohito. Sus ideas políticas, las más cercanas al fascismo europeo dentro del movimiento anti liberal japonés, tuvieron cierta relevancia en las tres facciones del ejército anteriormente explicadas. Durante la década de 1930 Japón atraviesa una época de fuerte violencia política. El 15 de mayo de 1932 tiene lugar un intento de golpe de estado por parte de oficiales radicales de la Armada que se salda con el asesinato del primer ministro Inukai Tsuyoshi. Igualmente, la violencia entre la Tōseiha y la Kōdōha es cada vez más fuerte. El 12 de agosto de 1935 Tetsuzan Nagata es asesinado por pistoleros de la Kōdōha. Este crimen supone la caída de la Tōseiha.
El 26 de febrero de 1936 un grupo de soldados nacionalistas, que decían luchar en nombre del emperador Hirohito, llevan a cabo un fallido golpe de estado en Tokio. Muchos de los integrantes del grupo golpista simpatizaban con la Kōdōha. Ikki Kita, quien había apoyado el golpe, fue ejecutado junto a los golpistas. Sadao Araki es apartado a la reserva del ejército. Posteriormente trabajará como ministro de educación.
El 4 de junio de 1937 Fumimaro Konoe es nombrado, que no elegido, primer ministro con la aparente intención de poner freno al cada vez mayor poder de los militares. Si bien entre la invasión de Manchuria en 1931 y el estallido de la Segunda Guerra Sino Japonesa en 1937 hay seis años de diferencia, entre ambas fechas los combates siguieron desarrollándose. No obstante, el Incidente del Puente de Marco Polo en 1937, en la frontera entre Manchuria y China, da paso a una guerra total entre China y Japón. La guerra fue instrumentalizada por Konoe para acabar con el sistema parlamentario. Konoe es el responsable de dar fin a la Mediación de Trautmann, las negociaciones de paz entre el gobierno japonés y el chino celebradas en 1938 con el embajador alemán en Chin,a Oskar Trautmann como mediador. Japón había elegido el camino de la Guerra Total.
Llegamos así a 1940, el año en el que Japón definitivamente se convierte en una dictadura. En primer lugar, ese año se celebraba el dos mil seiscientos aniversario de la fundación de Japón por Jinmu Tennō. Con el objetivo de facilitar el esfuerzo bélico en China, Konoe pone en marcha un plan para suprimir los partidos políticos e imponer un régimen monopartidista: El Taisei Yokusankai, la Asociación de Apoyo al Régimen Imperial. De 1940 hasta la caída del imperio en 1945 Japón estuvo gobernado, a excepción de Konoe, quien era político de profesión, por militares: Hideki Tōjō, Kuniaki Koiso y Kantarō Suzuki.
Cartel japonés de 1940 celebrando el dos mil seiscientos aniversario de la fundación del Imperio japonés
Japón se convirtió en un estado policial, con la policía militar, la Kenpeitai, persiguiendo, encarcelando o ejecutando a todo aquel disidente o sospechoso de serlo. Se forman asociaciones paramilitares como el cuerpo juvenil Yokusan Shōnendan. Igualmente se formó un cuerpo femenino además de organizaciones de vecinos (Tonarigumi), quienes colaborarían con la Kenpeitai a la hora de delatar disidentes. El Nuevo Orden japonés puede resumirse en la expresión Hakkō ichiu (todo el mundo bajo un mismo techo), pronunciada por Konoe en un discurso en enero de 1940. Se puede interpretar de muchas maneras, desde la unidad de todas las naciones en paz hasta a Japón dominando el mundo.
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