Tras la derrota en la Batalla de Moscú, los alemanes necesitaban un nuevo objetivo. La guerra contra Rusia se estaba alargando demasiado y los suministros comenzaban a escasear. El Tercer Reich puso sus ojos entonces en el Cáucaso, donde se concentraba el 80% de la producción petrolífera de toda la Unión Soviética. Esto permitiría sustituir a la Rumanía de Antonescu como principal suministradora de petróleo, ya que la industria rumana estaba dando muestras de agotamiento, a la vez que los bombardeos británico-estadounidenses ponían en riesgo la extracción de crudo.
A la
ofensiva en dirección al Cáucaso se la conocería con el nombre de Fall Blau, la
Operación Azul, iniciada el 28 de junio de 1942. Los soviéticos, tras su
derrota en Járkov en mayo, adoptaron la estrategia de ceder terreno para ganar
tiempo, lo que explica que para julio la Wehrmacht ya hubiese alcanzado las
orillas del Don en la región de Vóronezh-Ostrogozhsk. Tras fuertes combates,
los alemanes toman la ciudad de Vóronezh el día 24, si bien encontraron una muy
dura resistencia. En mariscal von Bock, al mando del Grupo de Ejércitos Sur,
será destituido y sustituido por Erich von Mannsteim tras discrepancias con
Hitler sobre la forma de avanzar hacia el sur.
El 19 de
julio de 1942 comienza la Segunda Batalla de Rostov, la puerta del Cáucaso. El
día 23 los alemanes logran vencer a los soviéticos. Para agilizar el avance, el
Grupo de Ejércitos Sur se dividió en dos: El Grupo de Ejércitos A, al mando de
Wilhelm List, y el Grupo de Ejércitos B, al mando de Maximilian von Weichs. El
primero tenía como objetivo tomar los pozos petrolíferos mientras que el
segundo fue enviado a Stalingrado, importante nudo de comunicaciones y ciudad
con un importante valor simbólico al llevar el nombre de Stalin, que recordemos
en 1920 obtuvo una importante victoria en la zona frente a Denikin, en el
contexto de la Guerra civil rusa.
En un
principio, el avance alemán es exitoso, en la que fue la última campaña de
Blitzkrieg que logró triunfar. Elista, la capital de Calmuquia, logra ser
conquistada e incluso una patrulla motorizada llegó al Mar Caspio. Además de
conseguir que muchos calmucos se uniesen la lucha contra la URSS, los nazis
trataron de provocar u levantamiento checheno, y se llegaron incluso a
desplegar comandos paracaidistas en la zona de Chechenia. Sin embargo, el
avance alemán se vio frenado tras la toma de Mozdok. Uno de los últimos éxitos
antes del estancamiento del Frente fue la toma de la ciudad industrial de
Maykop el 9 de agosto, si bien durante su retirada los soviéticos destruyeron
gran parte de las instalaciones petrolíferas. El 21 de agosto un destacamento
de Gebirgsjäger, tropas de montaña, llega a la cima del monte Elbrus, el más
alto de Europa, donde colocan la bandera nazi en un claro acto de propaganda. El
28 de julio de 1942, se aprueba la Orden 227, la cual castigaba con la muerte
la retirada no justificada dentro del bando soviético.
La tarde
del 23 de agosto una avanzadilla motorizada llega al Volga, al norte de
Stalingrado. El tráfico fluvial y ferroviario es interrumpido si bien el grueso
de las tropas alemanas todavía no había llegado. Sin embargo, la Luftwaffe sí
que lo había hecho y en las semanas siguientes se dedicará a reducir a
escombros la ciudad, provocando más de veinticinco mil muertes entre los
civiles. Esto supone el comienzo de la batalla más sangrienta no sólo de la
guerra, sino de la historia.
En un
comienzo las fuerzas alemanas sumaban un total de doscientos setenta mil
soldados. Para finales de año, el número de tropas del Eje había ascendido el
millón cuarenta mil: cuatrocientos mil alemanes, doscientos mil italianos, el
mismo número de húngaros, ciento cincuenta mil rumanos, cuarenta mil soviéticos
colaboracionistas, en su mayoría centroasiáticos; y un número desconocido de
croatas. Los alemanes y sus aliados debían tomar la ciudad casa por casa y
calle por calle en lo que se conocería como Rattenkrieg (Guerra de ratas). A
pesar de que la Wehrmacht logró controlar la mayor parte de la ciudad, nunca
fueron capaces de derrotar a los últimos focos de resistencia soviética, que se
aferraban a la orilla oeste del Volga. Especialmente duros fueron los combates
alrededor de la Casa de Pavlov, un edificio de apartamentos fortificado por el
Ejército Rojo cuyos defensores resistieron durante más de sesenta días, del 27
de septiembre al 25 de noviembre, logrando finalmente repeler a los alemanes. La
URSS igualmente haría uso de francotiradores en su lucha contra los invasores.
El 19 de
noviembre comienza la contraofensiva soviética, la Operación Urano, al mando de
Timoshenko. Más de un millón de tropas soviéticas, apoyadas por ochocientos
noventa tanques, trece mil piezas de artillería y mil quinientos aviones. Para el
día 23 el Ejército Rojo logra cercar a los alemanes, al mando de Friedrich von Paulus,
comenzando así la fase final de batalla. El 12 de diciembre tres divisiones
blindadas intentan acercarse a la ciudad en la llamada Operación Wintergewitter
(en alemán, Tormenta de Invierno), pero se detuvieron a sesenta y cinco
kilómetros de su objetivo. Von Paulus le pidió a Hitler poder retirarse para
reorganizarse, pero el Führer, obsesionado con la toma de la ciudad que tenía
el nombre de su enemigo, rechazó la idea. La Operación Urano coincidió con la
operación Marte en Rzhev, al oeste de Moscú, un intento fallido de liberar la
ciudad de Smolensk, que se saldó con cien mil bajas soviéticas y cuarenta mil
alemanas.
En el
ejército alemán la escasez de suministros pronto comenzó a ser un grave
problema, agravado por la llegada del invierno. Los pesados aviones que la Luftwaffe
utilizaba para enviar suministros, por lo general trimotores Junkers Ju 52 o
bombarderos Heinkel He 111 reconvertidos, eran un blanco fácil para la aviación
soviética. Doscientos setenta y nueve Ju 52 y ciento setenta y nueve He 111 se
perdieron entre finales de otoño y comienzos de invierno. El 16 de diciembre la
URSS lanza la Operación Saturno en la zona del Donbass y Rostov, para
asegurarse de que el cerco soviético en Stalingrado no fuese levantado.
Al sur de
esta ciudad, el Grupo de Ejércitos A también se encontró con severas
dificultades. La conquista de Bakú, en un principio planeada para agosto, no se
pudo realizar debido a la falta de combustible y al mal estado de la logística
alemana. La resistencia soviética en el río Terek hizo imposible el avance
sobre Azerbaiyán. La lucha por el control de las costas del Mar Negro fue
igualmente encarnizada. El 10 de septiembre los alemanes capturan el importante
muerto de Noorosiísk, pero los soviéticos resisten al sur de la ciudad y la
amenaza de ataques de artillería hace imposible utilizar el puerto. El último
gran éxito tuvo lugar en Nalchik, pero el avance hacia Chechenia se vio
frustrado.
En
Stalingrado, el 2 de febrero de 1943 Friedrich von Paulus es ascendido a
mariscal de campo. De esta manera, Hitler le indicaba al oficial que se
suicidase, pues en la historia de Alemania ningún Mariscal de Campo se había
rendido. Von Paulus hizo caso omiso al Führer, rindiéndose a Zhúkov el mismo
día 2. Más de un millón de personas fallecieron en la Batalla de Stalingrado, si
bien las cifras exactas son difíciles de calcular, sobre todo teniendo en
cuenta las bajas civiles. La Operación Azul había fracasado.
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