Indochina, territorio que forman los actuales estados de Vietnam, Laos y Camboya, fue la principal colonia francesa en Asia y una de las más importantes del país, superada solamente tal vez por Argelia. Los primeros misioneros católicos; portugueses, españoles, italianos y franceses, llegaron a la península de Indochina en el siglo XVII. No obstante, la colonización francesa del territorio no llegaría hasta mediados del siglo XIX, en el contexto de la Revolución Industrial y la expansión de los imperios británico y francés por toda Asia y África en una nueva oleada de colonialismo impulsada por la necesidad de materias primas y por el ansia de controlar el comercio internacional. El Segundo Imperio francés de Napoleón III, sobrino del ya fallecido Napoleón Bonaparte, utilizó la excusa de la represión del emperador vietnamita Tự Đức a los cristianos en 1857 para lanzarse a la invasión del Imperio de Đại Nam en la que fue la primera campaña colonial de Francia en Indochina.
Napoleón III había llegado al poder tras los tumultuosos episodios revolucionarios de 1848 como una alternativa al conservadurismo de Louis-Eugène Cavaignac y al izquierdismo de Alexandre Ledru-Rollin. Tras ganar las elecciones del 10 de diciembre de 1949, Napoleón III sería presidente de la República hasta que en 1852 impuso el Segundo Imperio francés. El cada vez más conservador gobierno de Napoleón dependía del apoyo católico para mantenerse en el poder. Además, los círculos económicos, y en particular la industria textil de Lyon, buscaban superar el importante retraso de Francia respecto al Reino Unido en materia industrial. Mientras que los británicos ya se habían asentado en Hong Kong después de la Primera Guerra del Opio (1838-1842), lo que les había permitido aumentar el comercio con China, los franceses todavía no se habían establecido en el Lejano Oriente. A los ojos de los círculos empresariales, una intervención en Indochina podría remediar esta situación y establecer un Hong Kong francés, abriendo nuevas rutas comerciales y permitiendo a Francia vender sus productos a la vecina China, el mayor mercado del mundo.
El Imperio de Đại Nam, además de poseer un ejército obsoleto,
se enfrentaba a un período de fuerte agitación social a causa de una serie de desastres naturales, tifones, que habían dañado los cultivos de gran parte del país, vasallo de la China de los Qing.
En el contexto de la sangrienta Rebelión de Taiping, que
provocó cerca de treinta millones de muertes y que es aprovechada por los
británicos para iniciar la Segunda Guerra del Opio (1856-1860), en la que
Francia también interviene, China no puede
intervenir en la península de Indochina y acudir en ayuda de su vasallo vietnamita. Es la oportunidad perfecta para atacar al imperio de
En 1857, el emperador vietnamita aprobó la ejecución de dos misioneros
católicos españoles, evento que coincidió con el envío de Francia de una
expedición militar a China en el contexto de la Segunda Guerra del Opio.
Francia utilizó estas fuerzas para intervenir posteriormente en Indochina. Comenzaba
así la Campaña de Cochinchina, nombre dado a la parte meridional de Vietnam: En
noviembre de 1857, Napoleón III autorizó al almirante Charles Rigault de
Genouilly a dirigir una expedición punitiva contra Vietnam y en septiembre de
1858, una fuerza navalconjunta francesa y española desembarcó en
Da Nang, dando comienzo a la contienda. Para febrero 1859 Francia ya se había hecho con el
control de Saigón y tres provincias del sur de Vietnam: Biên Hòa, Gia Định y Định
Tường. Hué, la capital imperial, no fue atacada. El 31 de julio de 1861, el
fuerte vietnamita que protegía la ciudad de Qui Nhơn fue destruido por el USS
Saginaw, un buque de guerra de la Armada de los Estados Unidos. Bajo el mando
del capitán James F. Schenck se había enviado un grupo de trabajo a Cochinchina
en busca de ciudadanos estadounidenses desaparecidos y marineros de un barco
mercante desaparecido de nombre Myrtle.
Captura de Saigón por las fuerzas francesas y españolas, cuadro del francés Léon Morel-Fatio.
La expedición franco-española resultó ser más larga y costosa de lo que se pensaba inicialmente por lo que las condiciones para la paz fueron más severas de lo que se esperaba. A través del acuerdo del 5 de junio de 1862 la Dinastía Nguyen hubo de ceder las provincias de Biên Hòa, Gia Định y Định Tường y las islas de Poulo Condore a Francia. Además, se toleraría la fe católica, se permitiría a los franceses comerciar y viajar libremente a lo largo del río Mekong, se abrirían los puertos de Tourane, Quảng Yên y Ba Lac en la desembocadura del río Rojo y se pagaría una indemnización de un millón de dólares a Francia y España durante un período de diez años. En 1864 las tres provincias antes mencionadas se constituyeron formalmente como la colonia francesa de Cochinchina. Más tarde, en 1867, el almirante francés Pierre de la Grandière obligó a los vietnamitas a entregar tres provincias más: Châu Đốc, Hà Tiên y Vĩnh Long. Con la anexión de estos nuevos territorios, todo el sur de Vietnam y el delta del Mekong cayeron bajo control francés.
En 1863, el rey Norodom de Camboya solicita el establecimiento de un protectorado francés sobre su país como una forma de combatir la cada vez mayor influencia tailandesa. Según el tratado, se permitió que la monarquía camboyana permaneciera, pero el poder recayó en gran parte en un general residente que se alojaría en Phnom Penh. Francia también se encargaría de las relaciones comerciales y exteriores de Camboya, además de proporcionar protección militar. Tras que Francia cediera las provincias camboyanas de Battambang y Angkor, Tailandia accedió a que su antiguo vasallo pasase a manos galas. El siguiente paso de los franceses era anexionarse Annan, la parte central de Vietnam. Es aquí donde entra en escena el Ejército de las Banderas Negras, una agrupación de bandidos chinos de etnia Zhuang liderada por Liu Yongfu. En 1873 el teniente Francis Garnier de la Marina francesa ataca Tonkín, al norte de Annan. Los vietnamitas pidieron ayuda a los bandidos de Yongfu que lograron expulsar a los franceses y asesinar a Garnier.
En 1881, el comandante francés Henri Rivière fue enviado con
una pequeña fuerza militar a Hanói para investigar las quejas vietnamitas sobre
las actividades de los comerciantes franceses. Desobedeciendo las órdenes de
sus superiores, Rivière tomó la ciudadela de Hanói el 25 de abril de 1882 y si
bien el general acabó por devolver la ciudadela a Vietnam, su uso de la fuerza alarmó a China y los
Banderas Negras atacan a los franceses en la Batalla del Puente de Papel en las
cercanías de Hanói el 19 de mayo de 1883. Rivière fallece en la batalla.
El fracaso de la expedición de Rivière dio pasó a la guerra
directa entre China y Francia. Entre 1883 y 1884 el control francés en Annan se
hace efectivo mientras que en el frente de Tonkín los franceses luchan combaten a los vietnamitas y a las fuerzas chinas, tanto regulares como bandidos de los Banderas Negras.
La guerra no se limitó a Indochina: En agosto de 1884 los franceses atacan el norte
de Taiwán y en marzo de 1885 las Islas Pescadores. Con el tratado de Tienstin
del 9 de junio de 1885 la guerra finaliza con una clara victoria francesa. Las
tropas vietnamitas se negaron a rendirse y no serían derrotadas hasta 1886. Las bajas francesas fueron más altas de lo esperado, con más de siete mil muertes, sobre todo a raíz de las enfermedades, lo que provocaría el final del gobierno del presidente Jules Ferry. En 1887 la Cochinchina, Annan, Tonkín y
Camboya se unen en la Unión de Indochina, colonia francesa dentro de la cual
existían dos monarquías: La vietnamita y la camboyana.
La captura de Bắc Ninh el 12 de marzo de 1884, una de las más importantes batallas de la Guerra sino-francesa. Los franceses ganaron este enfrentamiento
El objetivo siguiente era el Reino de Laos, estado vasallo
de Siam. La anexión de este territorio en 1893 llevó a una corta guerra entre
Francia y Tailandia, ganada por los franceses. En 1898 la Tercera República Francesa obtiene el enclave de Guangzhouwan en Cantón, al sur de China, territorio rápidamente
incorporado a la Unión de Indochina. En 1907 Francia logra presionar a
Tailandia para que le ceda Battambang y Angkor, regiones reincorporadas a
Camboya.
La resistencia vietnamita a los franceses no se hizo
esperar. La primera de las rebeliones fue la del Movimiento Cần Vương en 1885, que se extendió hasta 1896, teniendo su auge en 1886. El sentimiento
nacionalista tenía especial fuerza en Vietnam, sobre todo durante y después de
la Primera Guerra Mundial. Durante esta contienda más de cien mil tropas de
Indochina lucharon en el Frente Occidental, los Balcanes y Oriente Próximo por un país que le explotaba económicamente, con la semi esclavitud impuesta en las plantaciones de caucho, y que no dudaba en hacer uso de la violencia para sofocar cualquier atisbo de rebelión. En
mayo de 1916, en plena guerra mundial, el emperador vietnamita Duy Tân, de 16
años, escapó de su palacio para participar en un levantamiento de las tropas
vietnamitas organizado por Thái Phiên y Trần Cao Vân. Los franceses fueron
informados del plan y los líderes arrestados y ejecutados. El joven Duy Tân fue depuesto
y exiliado a la isla Reunión en el Océano Índico.
Más grave fue el Motín de Yên Bái de 1930 en el que más de
cien soldados vietnamitas se rebelaron contra los franceses, apoyados por
grupos de civiles. Los rebeldes formaban parte del grupo independentista Việt
Nam Quốc Dân Đảng, fundado en 1927 y que fue, hasta la aparición del Viet Minh
durante la Segunda Guerra Mundial, la más importante organización independentista de Vietnam.
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