La derrota del Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) y Mohammad Najibulá en 1992 a manos de los muyahidines que llevaban combatiendo al gobierno socialista y a sus aliados soviéticos desde 1978, no supuso el final de la guerra. Las distintas facciones comenzaron a combatir ente sí desde prácticamente la caída de Najibulá, e incluso antes de esta. Burhanuddin Rabbani se convirtió oficialmente en presidente del Estado Islámico de Afganistán, pero desde un primer momento él y su facción, Jamiat-e Islami, suní y donde predominaban los tayikos, hubieron de enfrentarse, tanto dentro como fuera de Kabul a las fuerzas de Hezb-e Islami , comandadas por el señor de la guerra Gulbuddin Hekmatyar. Esta facción era igualmente suní, pero dentro de la misma predominaban los pastunes. Burhanuddin Rabbani, líder de Jamiat-e Islami presidente de Afganistán entre 1992 y 1996. Jamiat-e Islami contaría con el apoyo de los importantes señores de la guerra Ahmad Shah Massoud, de etnia...