En 1961 en la Angola portuguesa estalla una revuelta anticolonial que desemboca en una auténtica guerra por la independencia, un conflicto que dura hasta 1974, año en el que la dictadura portuguesa cae con la Revolución de los Claveles. El nuevo gobierno portugués dará la independencia a Angola el día 11 de noviembre de 1975. Ese mismo día se suele situar el inicio de la guerra civil, si bien los combates entre facciones ya se habían estado realizando desde las etapas finales de la guerra de independencia.
El origen
de este enfrentamiento se encuentra en las divisiones ideológicas de los
independentistas angoleños en el contexto de la Guerra Fría. El principal
partido, y guerrilla, era el Movimiento Popular para la Liberación de Angola
(MPLA), de ideología marxista-leninista y pro soviética y liderado por António
Agostinho Neto. Al ser el partido mayoritario, con la llegada de la
independencia, el MPLA se constituyó como el partido único en el gobierno, lo
que provocó el estallido de la guerra civil, enfrentando al MPLA con los grupos
derechistas Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) y Unión
Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), quienes también
tuvieron un papel importante en la guerra de independencia.
Como bien
se dijo antes, Angola ya estaba sumida en una guerra civil en toda regla antes de
la independencia formal. Puesto que la mayoría de las provincias angoleñas
estaban en manos del MPLA, el 23 de octubre de 1975 la Sudáfrica del Apartheid,
un país fuertemente anticomunista, penetra en el sur de Angola desde Namibia,
país que desde la invasión del África del Sudoeste Alemana en 1915 hasta 1990
era una colonia sudafricana. El objetivo de la llamada Operación Savannah era el de derrocar al gobierno comunista para establecer uno derechista favorable a los intereses sudafricanos y occidentales, más teniendo en cuenta el apoyo del MPLA a los grupos anti-Apartheid de Sudáfrica e independentistas namibios. Estados
Unidos, que ya había apoyado a estas dos milicias en la Guerra de Independencia
(Sudáfrica por su parte apoyó a Portugal), reitera su apoyo a las fuerzas
anticomunistas mediante la Operación IA Feature de la CIA, puesta en marcha en
julio de 1975.
Ante la
invasión sudafricana, Cuba se moviliza en apoyo del gobierno de Neto, a quien
habían apoyado durante la independencia junto a sus socios soviéticos. Se pone
en marcha la Operación Carlota, por la cual más de dieciocho mil soldados cubanos
son desplegados en Angola, una decisión que no fue consultada con los
soviéticos, que también ayudarán al MPLA, pero de una forma bastante menor,
limitándose a suministros, armamento, financiación y asesores. Rumanía también
mandaría asesores en apoyo del MPLA y la Yugoslavia de Tito envió dos buques de
guerra a Luanda al comienzo de la invasión sudafricana, una maniobra que no
logra hacer que las fuerzas invasoras se retiren. Resulta curioso el caso de
China, que en el contexto de la ruptura sino-soviética, dejó de apoyar a los
comunistas en 1973 para apoyar al FLNA.
Las tropas
sudafricanas avanzan hacia la capital pero el 10 de noviembre de 1975 en Quifangondo,
cerca de Luanda, las fuerzas del MPLA y Cuba logran frenar el avance de los
sudafricanos y de sus aliados del FLNA y del Zaire, gobernado desde 1965 por el dictador anticomunista Mobutu Sese Seko, uno de los pocos líderes negros
africanos que defendió la Sudáfrica del Apartheid. El día después de la
batalla, Neto declara la independencia en Luanda. Savimbi y Roberto hacen
declaraciones paralelas en Huambo y Ambriz respectivamente.
El fracaso
en Quifangondo lleva a los sudafricanos a retirarse a Namibia, desde donde
seguirán apoyando a la UNITA y al FNLA. Además, Sudáfrica tendrá que hacer
frente a la Organización del Pueblo de África del Sudoeste (SWAPO), una guerrilla
independentista namibia de ideología marxista estrechamente vinculada con el
MPLA y con el Congreso Nacional Africano (ANC), el partido clandestino que
operaba dentro de Sudáfrica en contra del Apartheid y al que pertenecieron
figuras tan relevantes como la de Nelson Mandela. El enfrentamiento entre el
ejército sudafricano y el SWAPO, la llamada Guerra de la frontera de Sudáfrica,
no sólo fue contemporánea de la Guerra civil angoleña, sino que estaba
fuertemente relacionada con la misma, hasta el punto de que podemos hablar de
una única guerra en dos países.
De
cualquier forma, volviendo a Angola, además de los sudafricanos, los yugoslavos
y los zaireños acabaron por retirarse, no así los cubanos, que continuaron
combatiendo junto al MPLA contra la UNITA y el FNLA. El descubrimiento en
Estados Unidos de la Operación IA Feature por parte del senador Dick Clark
llevó a que el gobierno de Gerald Ford cancelase, por lo menos en teoría, la
ayuda a las milicias anticomunistas. Sin embargo, los envíos de armas a Angola
continuaron, sirviendo Israel como intermediario.
Además del
SWAPO, el MPLA contaba con la simpatía de otro grupo separatista, el Frente de Liberación
Nacional Congoleño (FNLC), una guerrilla que buscaba la secesión de la región
de Katanga de Zaire. El 8 de marzo de 1977 más de dos mil soldados de esta
guerrilla cruzan la frontera desde Angola, donde se encontraban exiliados,
hasta la región zaireña de Shaba, dando comienzo a una dura serie de enfrentamientos. Mobutu contaría con el apoyo de tropas
marroquíes y de pilotos egipcios. Igualmente, los gobiernos de Francia,
Bélgica, Estados Unidos y China enviaron armas y suministros al Zaire. Las
fuerzas de Mobutu lograron repeler la invasión. El 11 de mayo del año siguiente
tiene lugar un nuevo intento de invasión que será igualmente rechazado. Esta vez, belgas y franceses intervendrían de forma directa cuando en la Batalla de Kolwezi
la Legión Extranjera Francesa venció, junto a soldados belgas, marroquíes y zaireños,
al FNLC. Estados Unidos enviaría controladores aéreos al Zaire en apoyo a
Mobutu.
Durante
los primeros años de la Guerra civil angoleña, el MPLA sufrirá una grave crisis
interna. El 27 de mayo de 1977 el ministro del Interior Nito Alves fracasa en un
golpe de Estado contra Neto, un golpe que contará con apoyo soviético, lo que
lleva a su ejecución y a una serie de purgas y ejecuciones dentro y fuera del
partido que se cree que pudieron llevar a la muerte de cerca de dos mil
personas. Neto falleció en 1979 de cáncer, siendo sucedido por José Eduardo dos
Santos como presidente de Angola, un cargo que ostentaría hasta 2017.
Con la
llegada de la década de 1980 la guerra subiría de intensidad. Si bien dos
Santos firmó un tratado de no agresión con el Zaire, el 31 de octubre de 1980
el ejército angoleño penetra en Kavango, Namibia. Esto vino acompañado de un
aumento de la actividad guerrillera tanto del SWAPO como de la también
socialista Unión Nacional Africana del Suroeste (SWANU). Sudáfrica respondió
volviendo a enviar tropas al interior de Angola. Igualmente, nos es necesario
hablar del Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda (FLEC), una
guerrilla independiente que buscaba la secesión de Cabinda, región rica en
petróleo y separada del resto de Angola por Zaire, y que contó con apoyo
francés.
En 1984,
tras una potente ofensiva sudafricana en Angola, la Operación Askari; ambos
países firman un alto al fuego a través de los Acuerdos de Lusaka. Sin embargo, en 1985
las hostilidades se reanudan a raíz de los enfrentamientos entre UNITA y el
SWAPO. El final de la Guerra de la frontera de Sudáfrica suele situarse en la
firma del Acuerdo Tripartito de 1988, mediado por Estados Unidos, que acordaba
la retirada del personal militar cubano y sudafricano de Angola y Namibia,
respectivamente. El SWAPO llevó a cabo su última ofensiva en 1989 y al año
siguiente Namibia se independiza de una Sudáfrica en crisis a causa de la guerra, las
tensiones del Apartheid y el boicot internacional que sufría el país a raíz de
esto último.
Ni la retirada de tropas cubanas y sudafricanas ni el final de la Guerra Fría en 1991 pusieron fin a la guerra civil. Sin embargo, ese año hubo un intento de poner fin al conflicto mediante los Acuerdos de Bicesse, por los cuales el el gobierno de dos Santos se comprometía a celebrar unas elecciones supervisadas por la ONU al año siguiente. El MPLA ganó la primera vuelta con el 49% de los votos, contra el 40% de UNITA. Savimbi, que se había convertido en un icono de la derecha internacional gracias a la Administración Reagan, rechazó los resultados y reanudó los combates. Entre el 30 y el 1 de noviembre de 1992 tiene lugar la Masacre de Halloween, en la que el gobierno del MPLA masacra a más de veinte mil opositores y milicianos de UNITA y el FLNA en Luanda.
A lo largo
de la década de 1990, a la vez que el FNLA se retiraba del conflicto, los
combates entre el gobierno y la UNITA se incrementaban, interrumpidos por
varios acuerdos de alto al fuego que no lograron establecer una paz duradera. Las
fuerzas de Savimbi sufren un duro golpe a raíz de las operaciones militares del
gobierno en la región de Lunda, donde existían minas de diamantes que otorgaban
grandes ingresos a la UNITA. Savimbi será asesinado el 22 de febrero de 2002 en
la provincia de Moxico. El final de la guerra se suele situar el 4 de abril,
con UNITA renunciando a la lucha armada y constituyéndose como un partido
político en un sistema parlamentario. Sin embargo, la insurgencia del FLEC en
Cabinda continúa, así como ataques terroristas por parte del grupo. En 2010 por
ejemplo atacaron el autobús de la selección nacional de fútbol de Togo,
provocando la muerte del conductor, un asistente del entrenador y el portavoz.
Véase también: La descolonización del África Portuguesa
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