Algo que siempre llama la atención es ver como la República Federativa Socialista de Yugoslavia, el Estado balcánico que agrupaba a eslovenos, croatas, bosniacos, serbios, macedonios y montenegrinos en un solo país, así como a grupos menores como los húngaros, acabó desmembrándose en la década de 1990 en una serie de sangrientas guerras civiles, algo que choca teniendo en cuenta que Yugoslavia era un país moderno y que desde la Segunda Guerra Mundial hasta esa década había permanecido en relativa calma. Esta no es una entrada como el resto de las del blog: En vez de hablar de las causas, desarrollo y consecuencias de las Guerras yugoslavas, me limitaré a hacer algunas observaciones sobre la Yugoslavia socialista de Tito con la intención de aclarar algunas cuestiones que muchas veces son malinterpretadas. Tito no creó Yugoslavia. La idea de un Estado que agrupase a los eslavos del sur tiene sus orígenes en la Primavera de los Pueblos de 1848, la oleada revolucionaria que tambale...